Museo Regional de Guadalajara
El museo regional ocupa toda una manzana entera en Liceo #60, en el centro de Guadalajara,
desde el exterior podemos notar que es
un edificio antiguo, estéticamente
podemos decir que su estructura arquitectónica es muy hermosa ya que hoy
en día esto resalta más al estar rodeado con el modernismo de la urbanización.
Se inicio la construcción de
este edificio en 1742, sin embargo la construcción se aplazó teniendo una
duración de 16 años, a lo que podemos decir que finalizo en 1758, siendo si un
edificio del siglo XVIII y una de las principales característica que tienen los
edificios de esta época, es que fueron construidos principalmente de cantera, y que en su interior se encuentran
un patio central, que las habitaciones son continuas en los alrededores, de
igual forma los techos son muy altos para permitir mayor ventilación, las
puertas altas y robustas le dan un aire de elegancia y formalidad sin dejar de
lado la sombra de antigüedad que tiene y
que refleja.
Su uso original fue el de
Colegio-seminario del Señor San José, posteriormente durante la guerra de
independencia fue uno de los cuarteles de las tropas insurgentes y cárcel de
españoles (lo que me hace recordar que en el patio central se encuentran una
serie de cañones apuntando entre sí hacia las entradas al edificio).
En 1863 paso a ser en la planta baja la
Biblioteca del Estado, y nace como museo el 10 de Noviembre de 1918 gracias a Jorge Encizo e Ixca Farías
como Museo de Bellas Artes, Etnología e instrucción de Bellas Artes y enseñanza Artística de Guadalajara.
Tal y como lo conocemos abrió al público como museo regional en el año de 1976.
Al principio se encuentra
con un pequeño problema, un letrero que te indica un costo de $52.00 a lo que
en mí, me pareció muy elevado pero al preguntar por el descuento de estudiante
la recepcionista me dijo que solo
entrara, lo que posteriormente descubrí fue que los
estudiantes, maestros y personas de la tercera edad no tienen que pagar.
Lo que para mí fue genial,
aunque técnicamente es la segunda vez que voy, pero para mí fue la primera ( dado que la primera ocasión
fue cuando era muy pequeña). Pero esta vez fue diferente, porque al tener un
conocimiento de lo que vería en el museo podía disfrutarlo más.
En la primera sal (Federico Solórzano)
encontramos una explicación del origen del universo pero lo que opaca a todo
esto es que, en el primer segundo de cruzar el umbral de la entrada vez los increíbles
restos del Mamut de Catarina pieza fundamental y principal del museo, en esta
misma sala podemos disfrutar de una continua exposición de fósiles que han sido
encontrados en territorio jalisciense hecho que no conocía, a decir verdad nunca me había puesto a pensar
que en la antigüedad nuestro estado también pudo tener como habitantes a
dinosaurios y criaturas prehistóricas.
Pero en este recorrido en la
planta baja podemos descubrir las criaturas que vivieron antes que nosotros en
el mismo suelo que pisamos hoy en día. Más a delate podemos disfrutar de los vestigios
que dejaran las civilizaciones antiguas que
habitaron y habitan en Jalisco.
La joyas, vasijas,
herramientas, figurillas que al verlas puedes ver la delicadeza, estética e inteligencia que denotan en cada una de ellas es increíble, siempre me
he admirado de la capacidad que el ser humano que tiene para dejar huella, y
esto me hace imaginar que es lo que los museos tendrán en exhibición en el futuro
digamos que en 50 ,100 años o en más ¿qué dejaremos como marca en la historia
de nuestro país?¿qué dejaremos como huella en el mundo?. Espero que la respuesta
sea positiva tanto para nosotros como para nuestras futuros generaciones.
Esta sala no permaneció en
su forma original sino que fue restaurada y acondicionada de una forma más
moderna, con paredes entono rojizo y blancas, con luces colocadas en puntos estratégicos
para que no se enfoque en las exhibiciones sin no que alumbre más los pasillos
y la información que está colocada.
De igual forma cuenta con
aire acondicionado, lo que permite pasar
un buen rato recorriendo la sala sin mortificarse por el calor que hace
actualmente durante las tardes.
Cuando termine el pequeño
recorrido en la primera sala me encontré con una exposición con el tema "Miradas
Diversas" en la cual encontramos una serie de pinturas de diferentes
pintores y técnicas pero rebelando momentos cotidianos y paisajes que vemos a
diario, y en lo personas pude ver la belleza en los momentos comunes de cada
día.
Donde me di cuenta que no es
necesario verlo plasmado en un lienzo para notarlo sino que hoy en día vivimos
tan rápido que nos perdemos de mucho, que vemos sin mirar, y vivimos sin
sentir.
Cuando subí al segundo piso
solo un de las salas estaba abierta al público y es una de mis favoritas ya que
en esta se exhibían arte sacro, en lo personal me gusta esta forma de expresión
religiosa dado que cada persona las interpreta de una manera diferente y cada
pintor refleja su propia visión de la religión, con sobras y luces se logra matices
que provocan incertidumbre, supremacía, respeto, luz, e incluso miedo en
algunas representaciones.
Al igual que las salas
anteriores esta fue modificada, sin embargo no creo que el material utilizado
para esta sala fuera el indicado, ya que en esta se coloco piso de madera el
cual suele a hincharse con los cambios de clima, por lo que cuando más querías concentrarte
en las expresiones de los individuos en las pinturas eras interrumpido cuando
alguien más entraba o cuando simplemente cambiabas tu peso de un pie a otro y
ni que hablar cuando caminabas, el piso sonaba horrible como uñas en la pizarra.
Pero aun así no cambia el
hecho de que esta fue una de las salas que más disfrute y sin duda alguna volvería
solo para pasar el rato y mirar las exhibiciones.
Atentamente:
Maria Guadalupe D.A.
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